viernes, 28 de julio de 2017

¿Por qué fallan los pronósticos del tiempo?

Una especialista explica las dificultades que suelen presentarse; en el país, el Servicio Meteorológico Nacional acierta en el 80% de los casos
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LA NACION
VIERNES 28 DE JULIO DE 2017 • 01:18
¿Por qué fallan los pronósticos del tiempo? La explicación del SMN
¿Por qué fallan los pronósticos del tiempo? La explicación del SMN. Foto: Archivo
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"Recibimos muchas quejas por los pronósticos. Nos llegan por mail, nos llegan por redes sociales. Hasta me las hacen mis amigos", dice Cindy Fernández, que trabaja en el Servicio Meteorológico Nacional. ¿Por qué fallan los pronósticos? Según el SMN, inciden tres factores: la naturaleza "caótica" del objetivo de estudio, la calidad de la recolección de datos y la divergencia entre meteorólogos a la hora de interpretar los modelos predictivos.
"La naturaleza es bastante caótica, en un momento, en un rato, se pueden modificar las condiciones climáticas y esto afecta la efectividad de los pronósticos", dijo Fernández a LA NACION. Es decir, la meteorología estudia un sistema complejo y dinámico, en el que pequeñas variaciones pueden producir cambios sensibles en la totalidad del sistema.
Más allá de las características generales del objeto de estudio, influye la tecnología con la que se cuenta. El pronóstico del tiempo se calcula en base a miles de mediciones alrededor del mundo. Satélites y globos meteorológicos registran la temperatura, la presión, la humedad, la velocidad y dirección del viento, entre otros indicadores, en diferentes partes del planeta. Instrumentos más exactos implican mejores pronósticos.
Para mejorar este aspecto, el SMN puede ser beneficiado, a partir de noviembre, por un nuevo satélite lanzado por la NASA el año pasado: el GOES-16. El satélite emitirá imágenes de toda Sudamérica cada 15 minutos y brindará 60 veces más datos que el satélite utilizado actualmente, el GOES13.
Los modelos predictivos mejoraron considerablemente en el mundo a partir de la década de 1980
Los modelos predictivos mejoraron considerablemente en el mundo a partir de la década de 1980. Foto: Archivo
Por otro lado, el incremento en la frecuencia de recolección de imágenes y datos del continente ayudaría a reducir otro de los problemas que afectan los pronósticos. Es que, una vez que se recolectan los datos y se generan modelos predictivos con computadoras, es el propio meteorólogo el que interpreta esa información, en base a su experiencia, y genera el pronóstico. Las interpretaciones, entonces, pueden variar. Una mayor frecuencia en el procesamiento de datos puede reducir la divergencia en las interpretaciones.
"Nosotros emitimos nuestro informe, pero después en la televisión pueden llegar a decir algo distinto, y a veces hasta lo contrario que decimos en el Servicio Meteorológico Nacional. Me acuerdo de un caso significativo este año. Los pronósticos que emitían desde la televisión hablaban de lluvias torrenciales para el fin de semana. Y lo decían desde el miércoles de esa semana. Pero nosotros tuvimos en cuenta el viento zonda registrado en otras provincias, que finalmente terminó disipando la tormenta a último minuto. Esto pasa todo el tiempo", dice Fernández.

"Críticas infundadas"

Sin embargo, según el propio SMN, las críticas a los pronósticos son infundadas. Según datos del propio organismo, el SMN tiene una tasa de acierto del 80% para pronósticos de lluvia. "Ha crecido la calidad de los pronósticos de manera sostenida para el período 1981. Por ejemplo, el Servicio Meteorológico Nacional tiene un 80% de tasa de acierto en sus pronósticos de lluvia, por lo menos para los últimos 7 años. Esta es una tasa de acierto razonable", dijo la directora del SMN, Celeste Saulo.
En este sentido, Fernández destaca la existencia de dos "mitos" en torno a los pronósticos del tiempo. Por un lado, el que indica que las agencias meteorológicas de los países desarrollados son ampliamente mejores que las de los países en desarrollo.
Los colores indican tormentas. Imagen satelital de un sector del océano Atlántico
Los colores indican tormentas. Imagen satelital de un sector del océano Atlántico. Foto: Archivo
"Antes del 70 había una diferencia entre el hemisferio norte y el sur en cuanto a la cantidad de mediciones que se hacían desde el océano, que en el hemisferio sur incide más. Pero en los 80 aparecieron los satélites y la calidad de las mediciones cambió. Se achicó la brecha. Hoy en día la calidad es prácticamente la misma", dice.
Por otro lado, el "mito" de la falta de tecnología. "Más allá de que se puede mejorar el acceso a tecnología, todos los servicios nacionales están regulados por la Organización Meteorológica Mundial. Y la organización mundial controla la carga de datos, las investigaciones que se realizan, y los instrumentos con los que se realizan los modelos predictivos. Si no cumplís con sus normas, no te aprueban como servicio meteorológico nacional.", indicó.
Además de estos "mitos", para la meteoróloga, hay otro factor que hace que mucha gente pueda pensar que el pronóstico falló, cuando en realidad fue certero. "Los fenómenos de lluvias aisladas o de granizo, por ejemplo, se pronostican para una zona, una región. Puede pasar que llueva puntualmente en un sector, por ejemplo en Palermo, pero no en el barrio de Constitución. Y entonces mucha gente piensa que el pronóstico fue equivocado, cuando en realidad no fue así", sostuvo. Y concluyó: "Hay que educar a los ciudadanos para que puedan interpretar bien un pronóstico".

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