sábado, 7 de abril de 2012

Cinismo extremo, versión 2012

abril 7, 2012
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Para el resto de los mortales, el término admite una sola definición (sic): desvergüenza o descaro en el mentir, o en la defensa y práctica de actitudes reprochables. En el caso particular de La Señora, le podríamos sumar una segunda definición: resentimiento de mierda que subyace en el ánimo de quien, por una circunstancia u otra, no ha tenido la oportunidad de desarrollarse en el ámbito del séptimo arte, léase cine.
El día 4 de abril, no tengo idea a qué hora exactamente, La Señora Presidente de la Nación aterrizó en Bariloche, lugar desde donde mostró su descontento, a raíz de choques de los militantes de izquierda de siempre, con efectivos anestesiados de la Policía Federal, en inmediaciones de la Embajada Británica ante nuestro país. Entre otras cosas, dijo que no se había tratado de un hecho de protesta social, sino de un acto vandálico, ¡vaya novedad!
Y La Señora, quien no hace menos de un largo mes, viene rompiendo las bolas a diario con el tema Malvinas, con esa enjundia que la caracteriza, en tanto se trate de reabrir heridas, escarbar en ellas, bandera principal sobre la que se sostiene, y sostiene entre otros, a toda esa manga de vagos consuetudinarios, quienes teniendo aptitud para el trabajo, han optado por refugiarse en el subsidio de la indignidad, en desmedro de todo aquel que sí trabaja, o ha trabajado a lo largo de su vida.
Y viene rompiendo las pelotas, y dando manija a un numerosísimo grupo de imbéciles, de una manera que poco se compadece con la que debería adoptar un verdadero Jefe de Estado… ¡Buá; qué ocurrente!, ¿no? ¡Como si le hubiera agarrado el “Gran Malvinazo modelo 2012”, claro está, al cumplirse 30 años de aquella gesta militar con final preanunciado! No olvidemos que el número preferido de “Él”, era el 29, y entonces no sería descabellado imaginar que, para superarlo, haya tomado el 30 como suyo, ¿comprende? Apenas uno más, pero uno más, al fin, como para seguir teniéndolo ahí, bien a mano, no sea cosa que deba pagar por los platos rotos por “Él”, ya abrazado a la inimputabilidad, que en su caso le ha conferido la muerte.
En este caso particular, la más que fuerte reprimenda la recibieron integrantes del Partido Comunista Revolucionario y de la Corriente Clasista y Combativa, cuyos perfectamente identificados máximos dirigentes jamás terminan en cana, circunstancia que sí le cabe a Ud., en tanto lo encuentren orinando en la vía pública, un día miércoles a las cuatro de la mañana, apoyado en el primer árbol que encontró a mano, porque hace años, la próstata lo tiene a mal traer. Por otra parte, y en tanto entre los heridos sólo se cuenten efectivos policiales, la cosa no pasará a mayores, ni a menores. A este tenor, se chimenta que la principal prueba física de admisión que debe superar quien desee sumarse a la fuerza consiste en recibir “diez pedradas en la cabeza”, lanzadas desde una distancia no mayor a los cinco metros, por parte de algún que otro muchacho tomado al azar, ansioso de tomar venganza por aquel palazo recibido en alguna que otra “revuelta”. Si el candidato resiste el impacto sin desmayarse, aun tambaleándose, tiene el 90% del ingreso asegurado. Ocurre que el examen intelectual de admisión para las distintas carreras sólo se toma a modo de requisito, por aquello de… “cuanto menos sepa el postulante, mejor”. Por supuesto que el Grupo Quebracho, que jamás deja de tomar partido en este tipo de exteriorizaciones, como bien dice su máximo dirigente, muchas de ellas en apoyo al Gobierno, reclamó una retractación en cuanto a “la impronta” de la Señora.
Por supuesto que me enteré del temporal, y asistí a imágenes desoladoras de la catástrofe. Porque se ha tratado de una verdadera catástrofe, máxime teniendo en cuanta que afectó en su mayoría a toda esa gente que no ha perdido el puto hábito de trabajar. Y diga que el fenómeno natural se originó en la zona Oeste. De haber venido del Sur, seguramente la Señora no habría dejado pasar la oportunidad para adjudicar “el atentado” a ese extraño “Ventilador Atómico” que los ingleses acaban de instalar en la zona militarizada de Malvinas.
También me enteré que el Vicepresidente de la Nación habló por la tele, tratando al juez que lo investiga de mafioso, y vinculado al grupo Magnetto, o Clarín, si prefiere. ¡No!; para serle honesto, no llegó a mis oídos el que hiciera algún tipo de referencia al Dr. Oyarbide. Seguramente el Vice no sea tan hábil, pero tampoco tan boludo como para admitir una guerra entre “mafias”. ¿La pesca? Me alegra, y mucho. Si lo que pescó es un “bagre”, dele gracias a Dios por haberse quedado junto a “la bruja”, así sea ella misma quien lo mire sin comprender. Sí; también me contaron que estaba más solo que Carlitos Tévez, cuando les marcó ese gol a los mejicanos, durante el último Mundial de Fulbo. Fíjese que ni siquiera el resto de los integrantes de su “banda” de rock se prestó al ridículo, que en las “apuestas” contaba con un favoritismo abrumador. Para concluir en el presente tópico, que bien puede ser seguido de gárgaras y buches, el señor Vicepresidente de la Nación evidentemente fue conminado por la única persona capaz de conminarle, a que rompiera con ese silencio “del que calla otorga”. Y el pobre de Boudou, a falta de argumentos que le permitieran salvar o aclarar su responsabilidad en la causa por la que se lo investiga, no tuvo mejor idea que “chorearle” una media a su hermana, la de él, llenarla de mierda, revoleándole por sobre su cabeza, la de él, salpicando a cuanto funcionario o personaje le viniera a la memoria. ¡De ahí, también, la falta de acompañamiento!, ¿comprende?
Como advertirá, he procurado mantenerme relativamente bien informado. No me pida más por hoy, se lo ruego. Ocurre que la suma de mis broncoespasmos me deja cada año que pasa más debilitado. ¡Sí!; también tiene que ver justamente “ese año que pasa”, y el consumo a veces desenfrenado de fasos, que esta vez me he prometido abandonar definitivamente. Tampoco me pida que retome el hábito o la necesidad de llegar a Ud. todos los días. La escritura y el café deben ser los “convites” más difíciles de superar, si de dejar de fumar se trata, y en eso estoy.

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