En el 2007, Sergio Schoklender comenzó a asesorar a las fábricas autogestionadas, por medio de una asociación civil bautizada Rebeldía y Esperanza.
Como si se tratara de una consultora de negocios, aunque en forma totalmente gratuita, la asociación hoy ofrece un servicio integral de asesoramiento a este tipo de fábricas. Sus servicios incluyen desde la capacitación para las fábricas que quieren dar sus primeros pasos como exportadores hasta servicios de marketing y contaduría, pasando por consultoría en desarrollos industriales y hasta el diseño de las marcas y logos. Este tipo de servicios los ofrecen a través del cuerpo de profesionales que conforman el plantel docente de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo y trabajan totalmente ad honórem.
"Comenzamos de casualidad, a partir de un pedido de la fábrica de Cerámicas Zanón, que hoy se encuentra bajo gestión obrera. Ellos se contactaron con nosotros porque necesitaban colocar sus productos y no tenían la cobertura legal para facturar ni la estructura administrativa", señaló Schoklender. El primer paso que dio Rebeldía y Esperanza, que se constituyó como una asociación civil sin fines de lucro, fue otorgarle la posibilidad a Zanon para que facture por cuenta y orden de la entidad, y a través de esta modalidad la fábrica de cerámicos pudo retomar algunos de sus canales tradicionales de comercialización.
"La operación más importante que concretamos fue el acuerdo para proveer, a través de un distribuidor, a la cadena Easy", sostiene Schoklender. "El acuerdo que tenemos es para venderles 140.000 m2 de cerámicos, lo que representa $1,5 millón mensuales, y lo importante es que es la primera vez que una fábrica autogestionada coloca sus productos en una multinacional", agregó. Para volver a ganar mercados, Zanón lanzó dos nuevas líneas de productos: Piedras del Sur y Fasinpat (Fábrica Sin Patrones), y su próximo objetivo es comenzar a exportar parte de su producción. "Estamos dando los primeros pasos en este sentido, aprovechando la red de contactos internacionales que tienen las Madres", reconoció Schoklender.
Según fuentes habitualmente bien informadas, en esta operatoria el lucro provendría de alguna ayuda que el Estado otorgaba a los establecimientos como Zanon, con el pretexto de que debía ayudar a esos establecimientos "recuperados". Algunos sostienen que siempre un tercero se favorecía de esa ayuda… Dicen que el negocio está en ciertas exenciones impositivas que podrían finalizar en un exceso que perjudica al Fisco, con su mirada siempre atenta y vigilante... en otro lugar. El apoderado legal de Rebeldía y Esperanza aseguró que el próximo proyecto en el que ya están trabajando es armar una propuesta para presentar ante la Justicia y de esta manera levantar el concurso de acreedores que arrastra la firma. Schoklender señaló que además de Cerámicas Zanón están trabajando con otros proyectos de asesoramiento empresarial, con la única condición de que se trate de fábricas autogestionadas o bajo control obrero.
"Estamos colaborando con los trabajadores de Bruckman en el reacondicionamiento de algunas máquinas que están en desuso y también asesoramos a los ex empleados del Supermercado Tigre que están intentando reabrir el negocio", señaló Schoklender."Y nos consta que trabajó, con resultados óptimos.” Como señala el hábil economista citado en los párrafos anteriores: "Hay tres principios que cualquier proyecto económico tiene que respetar: ser rentable, productivo y eficiente…”
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