martes, 26 de abril de 2011

Cristina es Abogada?



¿Y SI DESTAPAMOS DE UNA VEZ LA BURLA SOBRE SU TÍTULO DE ABOGADA?



Amigos:

Hace pocos días, hice una visita fugaz a la Universidad de Charleston,
en Virgina Occidental, merced a la invitación que me cursó un amigo de
vieja data, profesor emérito de esa añeja casa de estudios.  Y
debatimos sobre nuestro sainete republicano.

Me confió que, según el Departamento de Estado, la "señora" que nos
preside en realidad, SÍ se graduó de abogada en 1977.

Sufrí cierto desánimo con su aseveración, directa al hueso.  Pero me
repuse de inmediato, cuando me amplió sobre el detalle que está
compilado en un dossier, elaborado por la embajada americana en Buenos
Aires.

Prosiguió con los perfiles más jugosos del caso.

El hecho es, que en efecto, su legajo completo se encuentra en un
cofre de seguridad en un banco platense, cuyo titular es el Rector de
la Universidad de la Plata.  Pero allí se atesora algo que es muy
diferente a lo que al parecer toda nuestra prensa considera como un
historial estudiantil plagado de borrones, como los que se exhibieron
oportunamente.

Los antecedentes son mucho más complicantes y dolosos que una carrera
inconclusa, que en apariencia devino con la graduación.  Hay un título
de abogada a nombre de esta mujer.  Pero está a nombre de Cristina
Wilhelm.

El "soplo" de mi amigo me dejó momentáneamente perplejo,
desconcertado.  Pero inmediatamente comencé a atar un montón de cabos
sueltos.  Y caí en la cuenta que si estas presunciones salen a la luz
pública, toda la gestión parlamentaria y por sobre todo la
presidencial, sería nula, de nulidad insanable.  Se gestaría un
escándalo de proporciones insospechadas e incalculables, ya que todo
acto jurídico, -seamos indulgentes por un instante- desde los comicios
del 2007, hasta el presente, serían inexistentes y la punibilidad de
tal conducta, estaría encuadrada en los preceptos de la segunda parte
del Art. 292 y su concordancia con el inc 5 del Art 174, ambos del
Código Penal de la Nación, que tornarían dicho reproche criminal, en
concurso ideal como inexcarcelables.

Hace años atrás, antes de anoticiarme de esta revelación rebosante de
iniquidades, pero muy consonantes con las correrías delictivas de los
K, alguien me contó que esta ¿Presidente?, en realidad es hija de un
suboficial mayor de la Armada, que prestaba servicios en los
astilleros de Río Santiago
 y cuando advirtió que la preñez de la madre
de Kretina -Ofelia- iba en progreso, se tomó las de villadiego.

Por entonces no existía la irrefutable prueba del ADN, sino lo que se
conocía como "trato y fama", para acreditar la filiación.  Que luego
apareció un tal Fernández, chofer de colectivos de una línea de media
distancia y se hizo cargo del "paquete"; y que es el padre biológico
de su hermana menor, Giselle.

Ahora bien, es muy probable que sabedora de la verdad en su juventud,
Kretina por repudio a su putativo y aparente padre, haya optado por
mantener la identidad de su tronco materno y desde una visión
humanitaria no es reprochable.  Pero sí lo es su ocultamiento, cuando
se inició en estas lides cloacales de la política.

Aunque meditándolo un instante, su conducta fue bastante compatible
con el ocultamiento de su verdadera identidad, cuando decidió unir su
destino al hijo de un usurero y nieto del afamado y más tristemente
proxeneta de Río Gallegos, como "Nosferatu" Kirchner.

Por eso nunca se colegió en ningún distrito judicial y se mantuvo a la
sombra de su cómplice/cónyuge.  Porque ambos son hijos de
abominaciones familiares, de las que pretendieron alejarse.  Quien más
ó quien menos, todos tenemos algo en nuestras vidas, que optamos por
tratar de olvidar.  Es difícil casi siempre, erguirse para arrojar la
primera piedra.  Pero lo es mucho menos, cuando una mujer que cree ser
la mandataria de la voluntad popular le ha mentido descaradamente a su
Pueblo.  Y además de ello, se ha esmerado en hacer de nuestra
existencia, una cosa miserable y amarga de contemplar.

Y es allí, precisamente en esa dirección, en la que debemos de
analizar su comportamiento disociante, desestabilizador y tan odioso
como plagado de una repugnante ruindad.

Cuenta a su favor con jueces federales del Departamento Judicial de La
Plata, lo suficientemente complacientes, para que dispongan una
diligencia de allanamiento y secuestro de esa caja de seguridad, en la
que presuntamente está depositada la piedra angular de toda la
inseguridad que padecemos.

Mariela Bogado Moderadora Periodismo.net

Literary Workshop Press_Freeowner@gruposyahoo.com.ar Bs. As.

Investigacion: Manuela Lastra

Trabajo: Carlos Belgrano (Facebook)


Press-mpd History masters

Néstor Médici Periodista Profesional Matricula Nac. 13592 (Rep.Arg.)

FPP (Perú) 4721 Buenos Aires.


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