sábado, 12 de noviembre de 2011

La jugada tuvo fuerte impacto en los tribunales

La jugada de Alejandro Fargosi y de Pro votando junto al kirchnerismo causó estupor, incluso, en la Corte Suprema.
"Fargosi llegó al Consejo con los votos de los abogados de Pro; de los estudios tradicionales y grandes que dominan el Colegio de Abogados de la Ciudad y de la UCR. ¡Y, ahora, esos sectores votan con el kirchnerismo! ¿Esos son los que quieren una justicia independiente?", fue la chicana que disparó ayer uno de los ministros de la Corte.
Su interlocutor, que, también estaba descolocado con la maniobra, intentaba explicarle al aludido juez supremo que Fargosi y Pro no habían acordado su jugada con aquellos otros sectores. En efecto, ayer por la tarde, las agrupaciones que impulsaron el ingreso de Fargosi en el Consejo -Será Justicia y Cambio en Positivo- lo expulsaron y le pidieron la renuncia al organismo.
"La oposición en el Consejo está dividida tanto como en el Congreso. Me lo veía venir", evaluó un importante funcionario del alto tribunal, que conoce por dentro la vida del Consejo, ese organismo político donde están representados los partidos y los jueces, y que nunca se mostró demasiado eficiente ni transparente en la designación de magistrados.
La pregunta es: ¿cómo se explica la decisión de Fargosi y de Pro de darle un voto decisivo al kirchnerismo para que el Gobierno lograra los dos tercios para aprobar las ternas?
La respuesta varía según quién la formule:
  • Federico Pinedo (Pro) explica que se tomó la mejor de las únicas tres alternativas que existían: se anulaba el concurso y seguía el cuestionado juez Norberto Oyarbide ocupando varios juzgados vacantes hasta realizar un nuevo y largo concurso; se aprobaban las controvertidas ternas sin negociar nada, o bien, se daba el voto a cambio de que el kirchnerismo bajara uno de los candidatos más controvertidos. Se tomó este último camino.
  • Otro dirigente de Pro, agregó: "En la UCR están molestos porque nuestra participación en el Consejo rompió el monopolio que ellos tenían con el Gobierno a la hora de elegir jueces".
  • El sector de la UCR cercano al diputado Oscar Aguad, que también integra el Consejo, respondió este argumento: "Pro no tuvo el apoyo del radicalismo. La UCR puede negociar la integración de una terna, pero nunca se inmiscuye en la designación de un determinado juez para cierto juzgado. Eso es facultad del Poder Ejecutivo. De todas maneras, la UCR y Pro deben seguir manteniendo una relación fluida, porque hay otros objetivos e intereses políticos de largo plazo en juego".
  • Un encumbrado funcionario judicial porteño que no es macrista, pero que sí sigue de cerca las cuestiones judiciales recuerda que el jefe de gobierno porteño es bien pragmático en la toma de decisiones: para sacarse de encima al juez porteño Roberto Gallardo, que solía embestir contra el macrismo paralizando obras, el macrismo negoció su ascenso al cargo de defensor adjunto de la Ciudad.
En la jugada de Fargosi y Pro también estuvo involucrado el juez federal de Córdoba Alejandro Sánchez Freytes, que sumó su voto al del abogado para permitir que el Gobierno aprobara las ternas. El pertenece a la lista bordó de la Asociación de Magistrados, la más independiente del Gobierno.
Ayer, el camarista Ricardo Recondo, que integra el Consejo por esa misma lista, estaba más que irritado y algunos de sus colegas reclamaban que Sánchez Freytes renunciara al Consejo.
Posiblemente, la ebullición termine por aplacarse. Pero si alguien creía que frente a una eventual gestión autoritaria de Cristina Kirchner la oposición sería garante de la oposición judicial, ahora deberá advertir que la oposición es muy débil y sinuosa. Se acaba de producir un corte, un antes y un después..

No hay comentarios:

Publicar un comentario