martes, 27 de agosto de 2013


U.N.E.N. ¿O DIVIDEN?


agosto 27, 2013
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Juan RuizDespués de escuchar las despectivas expresiones de la viuda de Kirchner sobre las preferencias de un electorado que según ella padece una especie de idiocia que le impide ver cuánto mejoró el país durante su mandato, uno podría pensar que tales dislates son producto de la enfermedad de Hubrisque le ha diagnosticado por TV el médico Nelson Castro, pero Elisa Carrió y Pino Solanas se han encargado de poner en evidencia que como muchos sospechan el menosprecio por la voluntad popular no es exclusivo de la titular del gobierno.

Al parecer, ambos candidatos de la alianza UNEN por razones supuestamente principistas piensan persistir en la tesitura de entregar las llaves institucionales del Congreso al kirchnerismo para que continúe ninguneando a la oposición y trabando todas sus iniciativas tal como ocurriera -y con los mismos actores- después de la derrota oficialista de junio de2009.

Como fruto de esa amarga experiencia el resto de los favorecidos por el voto popular en las internas abiertas no dudó en anunciar su intención de hacerse con todos los cargos clave de ambas cámaras, sólo para que en respuesta Solanas, Carrió y Binner salieran con los tapones de punta a inaugurar la división del espectro opositor modelo 2013 oponiéndose a tal iniciativa.

Aunque los remanidos argumentos de “cuidar la gobernabilidad” y “respetar la tradición legislativa” que esgrime la dupla de UNEN y el candidato del FAP puedan sonar como juiciosos -habida cuenta del contexto de arenas movedizas en que se ha metido el oficialismo de la mano de una persona probadamente inepta para conducir los negocios públicos- en realidad encubren una evidente defraudación del mandato de las urnas ya que lo que la ciudadanía quiere es que la oposición ponga freno a los desbordes gubernamentales que la han mantenido en un estado de zozobra permanente desde las elecciones de 2011, algo que resultaría una misión imposible sin el control de ambas Cámaras dadas las características de la tropa kirchnerista que no le hace asco a ninguna trapisonda para complacer las ocurrencias vitriólicas de su líder circunstancial.

A esta altura del partido y después de lo que se ha vivido en el país en los últimos 4 años es poco creíble que tan desubicada postura de Carrió, Solanas & Cía. obedezca sólo a un rapto de estupidez política, más bien puede legítimamente sospecharse que alienta en esa conducta una deliberada intención de dividir al conglomerado opositor confirmando así las acusaciones de funcionalismo cristinista que se le han endilgado reiteradamente a los tres candidatos.

A nadie que tenga más de un dedo de frente puede caberle duda alguna de que la mejor manera de que el peronismo kirchnerista pague la cuenta de sus excesos es mantenerlo bajo control en este tramo final de su mandato obligándolo a negociar sus iniciativas, porque en las actuales circunstancias liberarle las manos equivale a abrirle las puertas a la estrategia del caos que ya se está pergeñando en Olivos para acusar a los “poderes ocultos” de haber producido la caída del gobierno “revolucionario” de la viuda y dejarle así la bomba amartillada a su sucesor.

Pero al parecer ese es el objetivo al que piensan tributar Carrió, Solanas y Binner con engañosos argumentos que sin embargo no pueden disimular que están poniendo sus taimados intereses políticos por sobre la voluntad expresada en las urnas el 11 A por el cuerpo electoral.

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