domingo, 13 de noviembre de 2011

La UCR, en su peor momento

Sin velitas ni torta, y pocas caras de feliz cumpleaños, la crisis de la UCR ya cumplirá una década.
Aquel diciembre de 2001 en que Fernando de la Rúa abandonó el poder dejó un país en llamas, pero también un partido hecho jirones.
En ese período, la UCR pasó por elecciones muy diferentes. Estuvo el bochornoso 2,34% que sacó Leopoldo Moreau en 2003, el deslucido 16,89% del extrapartidario Roberto Lavagna en 2007 (quedó tercero, detrás de Cristina Kirchner y de Elisa Carrió) y el prometedor 30,7% de las elecciones legislativas de hace dos años, cuando fue aliada a Carrió y al socialismo, en el Acuerdo Cívico y Social.
Esta vez, el 11,14% que obtuvo Ricardo Alfonsín en la elección presidencial mostró que la UCR puede tener grandes retrocesos.
"Había que sobrevivir al tsunami kirchnerista, y lo pasamos", se consuelan en el comité nacional. A los radicales no les molestan tanto los 11 puntos sino que el socialista Hermes Binner los haya superado por 5 puntos, que le alcanzaron para relegarlos otra vez al tercer puesto.
Pero la cuestión que encendió la alarma en un partido que presume todos los días de ser "el único con representación territorial en todo el país" además del PJ, fue la pérdida de gobernaciones e intendencias que sufrieron a lo largo del año electoral.
En 2011, el radicalismo perdió su bastión, Río Negro (la gobernaba desde 1983) y también Catamarca (en sus manos desde 1991). Tampoco pudo recuperar Mendoza ni Chaco (que había perdido en 2007), y se esfumaron sus esperanzas en Córdoba, Santa Cruz, Entre Ríos y La Pampa, donde en las legislativas de 2009 había vencido o quedado muy cerca del kirchnerismo.
La única provincia que hoy gobierna la UCR es Corrientes (el gobernador Ricardo Colombi sigue en el partido, a pesar de sus guiños al gobierno nacional) porque Santiago del Estero la perdió apenas la ganó: el gobernador Gerardo Zamora es un kirchnerista de primera hora y el único radical K que sobrevive.
Y en Santa Fe ganan desde 2007 en alianza con Binner, pero la gobernación quedará otra vez para el socialismo, con un clima tenso después de competir con ellos en la Nación.
Para un partido que en el gobierno de Raúl Alfonsín manejaba ocho distritos (entre ellos las poderosas Buenos Aires, Córdoba y Capital Federal) y durante la Alianza comandó siete, eso no es consuelo.
En las intendencias pasó un fenómeno similar. De las "600 intendencias" que Alfonsín promocionaba en su spot publicitario, la UCR perdió entre 50 y 100 (todavía falta terminar el relevamiento) según cifras del Foro de Intendentes y Concejales Radicales, que preside el intendente de Mendoza, Víctor Fayad. Como contrapartida, le arrebataron Córdoba y Neuquén a dos aliados del kirchnerismo.
"Tenemos que trabajar para recuperar ciudades importantes que perdimos, como Río Gallegos o Catamarca, pero sobre todo reconstruir un proyecto nacional y provincial, que se asienten sobre la base de sustentación, que son las intendencias", dijo Fayad a La Nacion.
El peso que la UCR asigna hoy a sus gobiernos locales es tan grande que la discusión que viene en el partido será entre la liga de intendentes, que encabezan Fayd y el cordobés Ramón Mestre (hijo) y la conducción actual, dominada por el alfonsinismo y centrada en el Movimiento de Renovación Nacional (Morena).
Ese fue el grupo que resistió dentro de la UCR mientras el 80% de las gobernaciones e intendencias propias se convertían en "radicales K", un movimiento por fuera del partido que en 2007 llevó a la consagración de Julio Cobos como compañero de fórmula de Cristina Kirchner.
"Hace dos años ganamos, ahora perdimos, pero tenemos el capital político y humano adentro de la UCR", lo comparó con esos tiempos Gerardo Morales, presidente del partido en ese momento.
"La política no es matemática. Varias veces nos quisieron dar certificado de defunción. Lo único importante es que volvamos a ser un partido de cara a la sociedad", opinó Mario Barletta, intendente de Santa Fe y candidato a presidir la UCR.
Mientras tanto, hoy la UCR gobierna 8 capitales provinciales (Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Ushuaia, Resistencia, Jujuy y Viedma), además de las provincias de Corrientes y Santa Fe (aliada del socialismo) y medio millar de ciudades y pueblos.
Ellos dirán si es una muestra del poder que van a recuperar o del que todavía les queda por perder.
UN PARTIDO EN PROBLEMAS
JULIO COBOS Vicepresidente de la Nación
Encabezó el radicalismo K y después el resurgir del partido con su "voto no positivo". Ahora perdió peso en el radicalismo.
ERNESTO SANZPresidente de la UCR
Llegó como prenda de unidad, pero después enfrentó internamente a Alfonsín. Ahora pide que les dejen lugar a los intendentes.
MARIO BARLETTAIntendente saliente de Santa Fe
Es uno de los candidatos a presidir el partido. De perfil moderado, tienen buena relación con varios sectores.
RICARDO ALFONSINCandidato presidencial UCR
Sacó 12,20 puntos en las primarias y 11,14 en las presidenciales. Su sector, el Morena, está cuestionado por los intendentes.
RAMON MESTREIntendente de Córdoba
Es el radical que gobierna la ciudad más importante. Quiere que la actual conducción deje lugar a los radicales que gobiernan.
VICTOR FAYADIntendente de Mendoza Titular del foro de intendentes radicales, tiene un mirada muy crítica hacia la actual conducción y reclama cambios importantes.
NUMEROS RADICALES
1 Gobierno provincial
Desde diciembre, Corrientes. En Santa Fe seguirá el socialismo (aliados).
8 Capitales provinciales
Ganó en Córdoba y en Neuquén, pero perdió en Río Gallegos y en Catamarca.
550Intendencias
Tenían 600, pero les quedarán entre 500 y 550.
41Diputados
Renovaban pocos y el bloque sólo perdió 2. En el Senado quedarán 14.

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